Séraphine Louis, una artista con psicosis crónica
Vida y obras de Seraphine Luois. Una artista con un futuro por delante tirado por la borda.
Biografía
Ella tenia guardadas decenas de estas obras en su habitación, en 1912 las obras de Louis fueron descubiertas por el galerista de origen alemán Wilhelm Uhde, durante su estancia en Senslis. El estaba entusiasmado por el talento nato de la ama de llaves, por lo que el estaba encantado con apoyarlo, sin embargo, por el estallido de la primera guerra mundial tuvo que dejar el pais, pues como era de nacionalidad alemana no era bien visto. Gracias a la difusión de sus pinturas por Uhde, ella se convirtió en la artista del estilo "naif" del momento, sus obras pronto se dieron a conocer en la capital francesa y en los círculos vanguardistas. Sin embargo, Uhde tuvo que huir, pues la Gestapo lo perseguía por ser judío, por si esto no fuera poco, también sucedía la gran depresión, por lo que sus obras dejaron de venderse.
Esto provoco que Séraphine cayera a la miseria y el olvido, en el año de 1932 tuvo que ser internada en el Psiquiátrico de Clermont. Sufría de psicosis crónica. Entonces ella se quedo en ese hospital por el resto de su vida, tampoco tuvo la posibilidad de pintar. Murió de hambre, el 11 de diciembre de 1942, cuando el Psiquiátrico fue ocupado por los alemanes en la segunda guerra mundial. Fue enterrada anónimamente, en una fosa común.
Trastorno
Como fue mencionado anteriormente, Séraphine sufrió de psicosis en sus últimos años de vida en el psiquiátrico. La psicosis es una enfermedad mental que se caracteriza principalmente como la desconexión de la realidad que el paciente sufre, entre sus síntomas se encuentran: delirios (una creencia o conjunto de estas que a pesar de que se desmienten el paciente se aferra a estas con convicción), alucinaciones (percepción que puede ser visual, auditiva y otros de los sentidos, que no son reales), hablar de forma incoherente y nerviosismo.
Obras
Ella se destacaba por tener un estilo muy colorido y desbordante de fantasía en cada una de sus obras. Usaba un color estampado en lienzos que representaban fascinantes arreglos florales. En sus mejor años de su corta carrera como pintora, se destacó por formar parte de la corriente artística del "naif", un estilo artístico que busca retratar ingenuidad, espontaneidad, colores brillantes y antinaturales. Una característica interesante de sus piezas es que ella partía de escenarios o pasajes bíblicos, pues como ella creció y trabajo en un monasterio de monjas, además que muchas de sus pinturas eran de arboles o flores hechos con óleo, entonces se cree que su talento fue influenciado por visualizar tanto a la naturaleza.
Estas son algunas de sus obras:
El árbol del paraíso, 1928.
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